Desde niña dos fuertes inquietudes me han acompañado: la comprensión de la mente y la inmersión en la naturaleza.
Supongo que el germen de la primera se debe a haber crecido junto a un hermano que padece una enfermedad mental grave, lo que me llevaba a lecturas impropias de mi edad, y la segunda con haberme improntado de Gredos, cuna natal de mi abuelo, donde cada verano me perdía en sus ríos y bosques, experimentado un estado que disolvía pensamientos y temores, llenándome de una paz y una fuerza adictivas. No sabía que ya meditaba al contemplar absorto erizo, ranas o libélulas, tan solo que la Naturaleza era mi Disneyland particular. No había niños, aventuras o juegos que la superaran.
Con esas querencias esa niña creció; pero de adulta se despistó. Con la deriva a la que te empujan los convencionalismos sociales, terminé estudiando Marketing y trabajando en una multinacional. Logré sin duda lo que padres, sistema y yo misma deseábamos: un trabajo bien remunerado, una bonita casa, un buen coche, viajes y experiencias placenteras…
Éxito y dinero. Bien aleccionada para consumir lo que no necesitaba, con nula consciencia sobre las causas y efectos de ese consumo. Confundiendo placer con felicidad. Viviendo desde lo material.
Los malos hábitos y el alto nivel de estrés por mantener y acrecentar todo aquello que no era YO, se convirtieron poco a poco en una constante, hasta que un día tuve una crisis de ansiedad que derivó en trastorno de pánico con agorafobia. Aliñada con toda la corte de somatizaciones y características de cualquier crisis existencial que se precie: insomnio y deterioro del descanso profundo; trastornos gastrointestinales, reacciones alérgicas, migrañas; contracturas y dolores articulares; agotamiento físico y mental; dificultad para pensar y falta de concentración; hipocondría; sentimiento de vacío, insatisfacción, baja autoestima, desmotivación.
Afortunadamente, mi madre me recomendó Yoga y Meditación y su práctica fue mi tabla de salvación, al darme cuenta de que yo misma me había enfermado y que podía revertir el proceso. Desde entonces sigo ese camino de retorno a mí misma y a la naturaleza, con los que me había desconectado por completo. A la escucha sabia del cuerpo, las emociones, los ciclos y leyes naturales. Tomando las riendas de mi vida y de mi bienestar.
Tras regresar de mi primer viaje a India, tuve clara Mi MISIÓN, poner mi alma y mis conocimientos en ayudar a otros a regresar a ese hogar perdido de salud y dicha, para que como decía Thoreau, no nos vayamos de este mundo dándonos cuenta de que NO HEMOS VIVIDO.
Violeta Arribas Álvarez. Madrid 1975. Técnico Superior en Marketing, trabaja durante 10 años en las multinacionales Philips y Thomson Multimedia. En 2004 tras superar un trastorno de ansiedad gracias al Yoga, decide abandonar su trabajo dedicándose por entero al estudio y práctica de la meditación y el hatha yoga de la mano de Ramiro Calle.
Poco después viaja a India para seguir profundizando en dichas disciplinas. Vive y estudia en un Ashram de Rishikesh durante un año; allí se forma como profesora de Hatha, Mantra y Nidra Yoga con la Yogacharya Sadhvi Abha Sarasvati y como profesora de filosofía y psicología del yoga, meditación y Yoga Sutras, con Swami Dharmananda, Maestro del Ved Niketan Dham Ashram.
Para completar su formación estudia meditación Vippasana en el Dhamma Sikhara Vippasana Center de Dharamsala, lugar de residencia del Dalai Lama. Aunque ya había estudiado meditación y filosofía Zen, realiza un seminario en Japón con los monjes del Monasterio Shunkoin de Kyoto.
Violeta se forma como consultora de salud y terapeuta Ayurveda, (estilo de vida, nutrición, farmacopea, desintoxicación, etc) a través del Sivapriya Ayurvedic Hospital de Kerala- India.
Autodidacta de la neurociencia de la meditación, y de la influencia de la psicología oriental en las psicologías modernas, colabora con varios psicólogos clínicos especializados en la ansiedad y afines a las técnicas meditativas, como el Dr. Rodríguez Goñi, para diseñar lo que serían sus futuras clases de psicoyoga contra los trastornos derivados del estrés. Especializándose con ello en el tratamiento de la Ansiedad a través de la medicina ayurveda, el yoga y la meditación.
En 2006 funda en Madrid su centro de Yoga, psicología y medicina Ayurveda Padmasana que se convirtió en un referente de la salud holística de la capital, y por el que pasaron miles de alumnos y pacientes durante 13 años.
Durante esa etapa, regresó a India en otras 16 ocasiones, algunas para seguir profundizando y más de la mitad en su expedición anual “Himalayas y Yoga”, link donde conduce a pequeños grupos hacia el “viaje interior”, a través de encuentros con maestros locales de yoga y meditación, y a la aventura del viaje “exterior” con un espectacular trekking de alta montaña por diferentes zonas de los Himalayas indios hasta los 4500 m de altitud.
Ha escrito dos obras para el grupo ANAYA, una para adultos : “ Yoga y Ayurveda”, que ya va por su cuarta edición y “ El gato yogui y el bosque que meditaba”, ambas de Edit. Oberon.
Formadora de 200 profesores de Yoga y meditación a lo largo de una década y a 100 terapeutas ayurvédicos. Violeta es miembro de la SEAS , ( Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el estrés) de la Universidad Complutense de Madrid, facultad de Psicología y Presidenta de FEAFES salud mental Navalmoral , organización sin ánimo de lucro que lucha por mejorar la calidad de vida de las personas con TMG y sus familias.
En 2019 siguiendo su gran amor por la naturaleza, toma la difícil pero coherente decisión de cerrar su centro en el momento de mayor éxito, y abandonar la ciudad retirándose a la vida en el campo en el norte de Extremadura con su proyecto “Extrema Consciencia”, donde comparte el yoga y la meditación desde su Escuela de Yoga y Salud Online , ofrece sus consultas online de ayurveda, así como distintos retiros y cursos presenciales en enclaves naturales de gran valor ecológico, donde se fusionan las enseñanzas y técnicas de crecimiento y autocuidado personal, con la observación, interpretación y conservación de la naturaleza.
Violeta es Guía de la Naturaleza y sendas verdes, por la Escuela Superior de Medioambiente, avalado por el Colegio Oficial de Biólogos de Madrid, y Guía de Turismo ornitológico en espacios naturales, con la misma Escuela.
Diplomada en conservación medioambiental por la National Geographic Society, y en rastreo científico de fauna salvaje, por SERAFO ( Servicio de Rastreo Forestal de España).
Diplomada en Jornadas Técnicas de Desarrollo local sostenible por la Universidad de Alicante. Curso de bio-etología del lobo ibérico con David Nieto Maceín y Cursos sobre el lince ibérico, el oso pardo y el lobo ibérico en sus correspondientes ecosistemas y etología y conservación de felinos del mundo a cargo de la Escuela Superior de Medioambiente.
Es miembro de la Sociedad Extremeña de Zoología ( SEZ), organización no gubernamental dedicada a la conservación del patrimonio natural en Extremadura, cuyos proyectos y actuaciones se basan en la conservación, investigación, educación ambiental y custodia del territorio.
